4 de junio de 2006

Jaen en su presentaciòn ante la Blanca Paloma

Aproximadamente a las 18 horas era llamada a incorporarse en el camino oficial la Hermandad de Jaén. Eran muchos los jiennenses los que se agruparon en torno al Simpecao jaenero para acompañarlo ante la Virgen del Rocío. Fue una tarde calurosa pero a la vez no era tan pegajosa como el año pasado, quizá sea el fervor que los jiennenses tenían en la Virgen del Rocío que aguantaban todo, el calor, el polvo del camino hacia el santuario, el gentío, los caballos, todo y es que estabamos muy orgullosos de acompañar a nuestro Simpecao. La mayoría de los que hicieron el camino hasta la aldea no quisieron perder este último eslabón, otros como el concejal de la Presidencia del Ayuntamiento de Jaén, Miguel Segovia, que ya estuvo el pasado jueves en Matagordas, a pocos kilometros del río Ajolí, tampoco quiso perderse la presentación de Jaén.

Hay que destacar que acompañaban a la Hermandad de Jaén, las Agrupaciones rocieras de Linares (que este año se le ha concedido el status de Hermandad por el Obispo de Jaén, pero que deberá de ser considerada Hermandad filial tanto por el Obispo de Huelva como por la Hermandad Matriz de Almonte), La Carolina, Baeza y Jamilena.

Detrás del Simpecao de Jaén estaba otra de las hermandades rocieras que tiene la provincia de Jaén, Castillo de Locubin, que a la vez era la madrina de otras de las agrupaciones rocieras de la provincia de Jaén que están luchando por ser Hermandad Filial, la Agrupación rociera de Torredonjimeno.

A las 19 horas la Hermandad de Jaén hacía su presentación ante la Blanca Paloma, siendo muy vistoso en todo momento el morao, color de Jaén y los sombreros con la cinta amarilla de la Agrupación rociera de Baeza.

Pasado este momento, la Hermandad de Jaén, terminada ya la presentación ante la Virgen del Rocío se dirigió hacia la Casa Hermandad de Villamanrique de la Condesa, hermandad madrina de Jaén, donde la junta de gobierno de ambas hermandades se dieron un cariñoso abrazo con el aplauso de los jaeneros y de los de Villamanrique de la Condesa.

Tampoco Jaén se olvidó de la Hermandad del Rocío de Huelva, la hermandad más importante, e hizo un paro ante su simpecao.

El camino de Jaén prosiguió por toda la aldea para llegar a su destino final, su casa hermandad, no antes parar ante la hermandad vecina de Jaén, la de Castillo de Locubin. Allí nuevamente Jaén se paró y juntaron sus simpecaos, rezaron y al terminar, el pitero y tamborilero de Jaén, Santiago Silgado tocó el himno nacional.

Luego los caballeristas de la Hermandad de Jaén se pusieron en fila para recibir a la hermandad de Jaén ante su casa. Allí nuevamente rezaron, se abraron y sobre todo se emocionaron por ver entrar al simpecao de Jaén a su casa de Hermandad después de hacer la presentación ante la Virgen del Rocio. Quizá fuese por que la mayoría de ellos han acompañado al simpecao morao desde su inicio en Dehesa Abajo, se han emocionado viendo entrar en el Vado del Quema a cientos de jaeneros bautizandose o ver la presentación de Jaén ante su hermandad madrina, Villamanrique de la Condesa o esas arenas que impedían seguir a las carretas de Jaén o dificultaban el camino al Simpecao. Son muchas emociones vividas por los jiennenses que seguramente nunca olvidaran, como tampoco un camino rociero sin el cariño del cura de la Hermandad de Jaén desde sus inicios, don Fernando Gallardo.

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