19 de octubre de 2008

Arroz con fandangos de Huelva

Los cielos habían descargado todo el agua en la madrugada del sábado para que el día se levantara radiante, como una suerte de regalo de la Divina Pastora a los rocieros onubenses en el día en que celebraban con una gran fiesta el inicio del nuevo curso. Tomaron el camino de Moguer -con previa autorización (no exenta de polémica porque hasta ayer no se desactivó el plan de prevención de incendios) de la Junta de Andalucía- y dejaron atrás de nuevo, como cuando la primavera otorga sus mejores perfumes al Coto de Doñana, Bodegones y Cabezudos para instalarse en el paraje de Gato.

Una vez allí, y rememorando con cantes flamencos la suelta del camino más reciente, buscaron el refugio sutil de la sombra de los pinos alrededor de 300 rocieros, si bien algunos se echaron atrás debido a las malas perspectivas meteorológicas, tal y como indicó a este diario el vocal del hermano mayor, Cayetano Pérez.

Era la una de la tarde cuando el capellán de la Hermandad de Huelva, el canónigo Pedro Gamero, pronunciaba la tradicional misa en Gato, presidida en todo momento por el Simpecado de Huelva, despojado esta vez de su carreta de plata y de las florecillas selectas que lo acompañan durante su viaje de ida y vuelta a la aldea almonteña.

El más emocionado de todos los presentes, sin duda, Julián Pérez, el nuevo hermano mayor de Huelva, que inició ayer su andadura en el cargo. Una vez finalizada la función principal, estrechó la mano y repartió abrazos y besos a todos los rocieros en un acto de presentación que ya tiene solera en la hermandad. Estuvo arropado por su junta de gobierno, cómo no, y por su presidente, Dalmiro Prado. El hermano mayor saliente, Salvador Pomares, tampoco escatimó elogios y buenos deseos a la hora de dirigirse a Pérez, al que agasajó con un puñado de buenos consejos de ésos imprescindibles para vivir la experiencia con intensidad y buena mano.

Ya empezaban a humear los fogones en torno a las dos de la tarde cuando Julián Pérez y los suyos comenzaron a recorrer las 25 reuniones establecidas en Gato, con sus respectivas 25 paellas aderezadas con los mejores manjares onubenses -un poquito de vino y otro tanto de cante-, a las que hicieron entrega de un pequeño regalo conmemorativo.

Hubo más fandangos de Huelva, más rumbas y sevillanas para mover el esqueleto sobre las arenas blancas del Coto de Doñana en una fiesta que se prolongó hasta las ocho de la tarde, la hora límite para volver de nuevo a casa.

Desde ahora, el hermano mayor de Huelva hará frente a todos los actos que la hermandad rociera onubense celebre. El primero de ellos, la misa en honor a los difuntos que se celebrará el 2 de noviembre,a las 20 horas, en la capilla de la casa hermandad. El siguiente, el 10 de noviembre, el fallo del jurado del concurso fotográfico 'Camino del Rocío 2008', a las 21 h. en el mismo lugar, con apertura de la exposición de las fotos presentadas y de las premiadas a las 22 h., en el salón de hermanos. Mucha suerte.

Fuente: Huelva Información

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